Estimados alumnos-as:
El viernes, 21 de junio, será el último día que en estemos juntos y antes de despedirnos quería deciros algunas cosas.
En primer lugar nunca debéis de tener miedo, y menos por empezar una nueva etapa educativa. La vida se compone de etapas y el paso de una a otra siempre está acompañado de transiciones. En estas, al principio, todo es nuevo y te cuesta algo de esfuerzo adaptarte a las novedades que encuentras. Sin embargo, al superar los cambios, la personalidad se enriquece y te hacen madurar, acelerando el viaje precisamente hacia esa otra persona adulta, en la que tú te ves en tus sueños de cuando seas mayor. Además, recordad que ya tienes experiencias en estos cambios, por ejemplo: una vez abandonasteis la educación infantil y os metisteis en la clase de primero. A los pocos días esa era tu aula y no la que dejaste.
Igualmente quiero deciros que he estado muy a gusto con vosotros estos dos años. No, no lo digo porque sea el cierre de la historia o por simple cortesía. Conforme pasaban los días me he sentido más feliz por todas las cosas que iba viviendo y observando en vuestra compañía: la honestidad de muchos de vosotros al darle la nota de la actividad de cada día, la sinceridad que se iba incrementando con el transcurrir del tiempo, las preguntas para saber y comprender más, las "gracias" en las correcciones o la cara de satisfacción cuando decía algo bueno del trabajo presentado. Ya sé que ha habido momentos en los que me he enfado o o en los que la "ironía" me salía a borbotones, para no decir o hacer ninguna barbaridad. Pero al final, lo que cuenta, es un todo, y en ese todo siempre estaréis en mi recuerdo.
Finalmente solo añadir que en mí siempre encontraréis un amigo y que si en algo puedo ayudaros en el nuevo camino, sabéis perfectamente donde encontrarme.
Un abrazo muy fuerte, Kino.
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